Nuestro Primer Campamento Cúmulo de Emociones

Han pasado los días y sus noches. Ya estoy en casa, todavía con cierto ritmo cambiado. Aun así noto el aire fresco de la mañana mientras hacíamos la gimnasia. Cierro los ojos y veo el cielo intenso, lleno de estrellas, que nos coronaba todas la noches. Al atardecer los halcones peregrinos señoreaban las altas cotas del muro pétreo de la montaña cercana, haciendo su ofrenda al Dios que programó que se ocultara el sol al mismo tiempo con una luz amarilla intensa. Y ese escenario nuestros chavales. Todo estaba como diseñado para ellos, como un sabio director de teatro, los niños y niñas eran los actores de una divertida comedia diaria.

Montaña y tiendas

Las instalaciones perfectas, el confort justo, no desmerece el principio scout de un campamento, donde los lujos deben sobrar para que podamos medir el entorno a nuestra medida y darnos cuenta que recorrer la vida con mochila ligera es más placentero y nos prepara para afrontar retos más altos con mirada atenta y confianza plena.

Los cuatro elementos. Aire. Puro. Oxígeno a granel, del bueno. Sopló algún día, fuerte como debe. Nos tiró el mástil que levantamos. Obra de scouts perfecta madera de avellano, cuerda, anclajes y amarres, de libro. Los chavales no se rindieron, (otro valor aprendido, perseverancia). Lo volvimos rehacer y levantar. Subimos las banderas y la flor de lis volvió a ondear. Nos quedamos un poco absortos viéndola flamear. Tierra firme y fresca. Agua limpia. Fuego, de campamento.

Salimos dos días. El primero, un destino no lejano, pero el día se torno algo duro, se nota que no estamos acostumbrados a caminar, alguno no llevamos el material adecuado, lo resolvimos. Y seguimos. La ruta por la montaña, disfrutamos de los paisajes y entornos con olor a limón de los retamares. Llegamos tras vencernos a nosotros mismos, a nuestro destino el Hayedo de Ciñera, con sus árboles centenarios con más de 500 años. El regreso con sorpresa de viejo scout que nos saludaba al pasar desde sus vehículo. Heliodoro se sorprende que esta hermandad mundial tenga hermanos en lugares tan remotos. 

La segunda salida. Me siento orgulloso. Lo escribo para que se sepa y quede. Los chavales se portaron muy bien, con orden en la fila, distancia y ritmo. Subimos hasta Paradilla y su ermita en lo alto del collado. Con algo de calor, pero el paisaje era proverbial.

Comimos arriba en la aldea, un descanso y regreso.


Los días fueron pasando, con muchas actividades y juegos, alguno nocturno superdivertido.

Celebramos olimpiadas, juegos de estrategia. Vistamos una granja donde un pequeño ternero negro se soltó, mientras Harouna gritaba ¡¡¡SAN FERMÍN!!!. Cumpleaños con sorpresa. Baños de diversión asegurada. Algún inocente susto de fantasma para por la noche.

Celebramos consejos en Lobatos y Tropa de Rangers. Madurez en las opiniones y compromiso. La ceremonia de promesas, todos con nervios, mucha emoción. Alguna lágrima que otra. Mucha diversión después. Dormimos al raso, todos bien abrigados.

Regresamos con muchas ganas de habernos quedado. El año que viene, nos gustaría más tiempo. Tiempo para vivirlo como lo hemos hecho, con intensidad. Todo muy scout, rezumando valores, compañerismo, solidaridad, aventura, naturaleza, fe en nosotros, fe en concreto.


Buen verano.

Fotos de Campamento aqui para fotos del campamento